Profundizar en yoga es un concepto que me encanta.
Ir hacia lo profundo del yoga describe a la perfección el camino que se emprende al ir incorporando el yoga paulatinamente en tu vida. Ir hacia lo profundo del yoga es ir hacia dentro de uno mismo, un viaje hacia el interior.
Quizá te suene muy a cliché, y no te culpo. Suena muy poético eso de viajar hacia dentro de uno mismo, pero a diferencia de un poema donde esto pueda ser una abstracción, en el caso del yoga es literal. Profundizar en el yoga es literalmente profundizar en uno mismo, mirar hacia dentro. ¡Si hasta solemos cerrar los ojos para no distraernos con todo lo que hay fuera!
En este artículo quiero comentarte algunas de las cosas que ocurren cuando decidimos dar ese paso e ir profundizando en el yoga. Aunque no sabría decir si esto se decide o te sale sólo, en cualquier caso, es igual.
Empiezas a profundizar en yoga y…
… Aumenta tu consciencia.
Fácil y claro.
Básicamente, cuanto más integras el yoga en tu vida, más consciente te vuelves. Más consciente de absolutamente todo.
Por supuesto, esto va por pasos. Te explico.
Autoobservación:
El punto por el que todo el mundo empieza es la autoobservación. Todo el mundo empieza por aquí, porque si no te observas a ti mismo, entonces todo lo que viene no tiene sentido. Es condición necesaria, para entendernos.

En la práctica física del yoga, la autoobservación nos va a ayudar a entendernos, a entender cómo funciona nuestro cuerpo, cómo funciona nuestra mente mientras practicamos, y cómo funcionamos nosotros en diferentes contextos.
Observas a tu cuerpo y aprendes cuándo es mejor no forzar o cuándo estás listo para progresar en algún ejercicio. Observas a tu mente y acabas conociendo sus trampas para que no te pongas en situaciones que no le gustan, y así aprendes a controlarla. Te observas a ti cuando has tenido un buen día, o un mal día, o cuando toca algo que no te gusta tanto… Y aprendes a controlarte.
El yoga es control, pero más concretamente, el yoga es autocontrol. Y sin observarte no vas a poder controlarte.
Autovigilancia:
La autoobservación propicia una autovigilancia.
Si te observas, acabas notando actitudes y comportamientos que no te llevan a ninguna parte y entiendes que es mejor crear unas situaciones que otras. Esto, evidentemente, es muy particular, a cada persona le ocurrirá a su manera.
Autovigilarse no es otra cosa que estar atento a uno mismo, a tus propios pensamientos, acciones, reacciones (sobre todo), para evitar esas situaciones que sabemos que no nos vienen bien, que nos roban la calma.
Más consciencia:
Todo esto ocurre de manera paulatina, por supuesto. Comienza con pequeños detalles, y poco a poco vamos dándonos cuenta y consiguiendo cambiar efectivamente nuestra manera de afrontar la vida.
Poco a poco nos vamos volviendo más conscientes de nosotros mismos.
Nos conocemos más, sabemos cómo nos afectan las diferentes situaciones, sabemos qué excusas nos suele poner la mente para no meditar, o que reaccionar significa probablemente entrar en una situación que no nos guste. Todo esto lo sabemos porque nos observamos.
Como te decía, observarse, mirar hacia dentro, es una fuente de transformación.
Transformación:
Por medio de ejercitarnos en el autoconocimiento, en la atención, en el autocontrol, por medio de leer, practicar, meditar, etc. Nos acabamos transformando en una versión más genuina de nosotros mismos.
Nos volvemos personas más lúcidas, más conscientes, con más paz interior (no nos obsesionamos con controlar lo que no podemos controlar) y ganamos control sobre nuestra vida.
Cuando ponemos nuestro foco en lo que sí podemos cambiar, en lugar de en las cosas que no controlamos, desatamos un poder transformador increíble.
Experiencia
Todo esto, si no lo has experimentado, quizá te suene exagerado. Pero aquí viene la parte bonita del yoga, y es que sólo hablamos de yoga si hay experiencia: experimentar es imprescindible.
Sin experimentar las técnicas del yoga en ti misma no sabrás si te funcionan o no. Sin generar unos hábitos, aunque sean pequeños, que te permitan integrar el yoga en tu día a día, no podrás acceder a todo este proceso.
Profundizar en yoga es una camino precioso, pero requiere dedicación y constancia. Y al principio, bastante esfuerzo. Pero te puedo asegurar que todo este proceso vale muchísimo ese esfuerzo y esa dedicación.
Si quieres profundizar en tu práctica, échale un ojo a la Escuela de Yoga. No es sólo una formación para profundizar en yoga, es un proceso de transformación personal a través de integrar de verdad el yoga en el día a día, que al final, es lo que importa.
Si te interesa de verdad, rellena este formulario para obtener una propuesta especial: Completa el formulario